Cómo evaluar un curso de formación
Ejemplo de tabla de evaluación de formadores
Una vez que haya definido claramente sus objetivos, empiece por hacer un inventario claro de las competencias que necesitarán sus participantes para tener éxito en la formación. Estas competencias pueden variar en función del sector y de los empleos específicos a los que se dirija su programa de formación.
Puede elegir una organización externa especializada o formar a su propio personal para impartir la formación. También es importante considerar si quiere seguir un programa existente o crear uno propio.
Cuestionario de evaluación de la formación
El formador evalúa los requisitos previos unas semanas antes del curso de formación para conocer las aptitudes y conocimientos de sus futuros alumnos. La herramienta preferida del formador suele ser una entrevista o una prueba de nivel.
La formación sólo es útil si los empleados aprenden cosas nuevas. Para garantizar la eficacia de las sesiones de formación, pida a los participantes que autoevalúen lo que han aprendido o pregúnteles sobre los conceptos tratados durante el curso.
Es más probable que los empleados recuerden el contenido impartido por un formador que haya sido atractivo y que disponga de todas las herramientas necesarias para que la sesión y el aprendizaje se desarrollen sin problemas. Así que no dude en preguntar a los empleados sobre estos puntos.
El objetivo es comprobar si las nuevas competencias adquiridas han repercutido en la eficacia del formando y su equipo y en el desarrollo de la organización. Esta evaluación de la transferencia a las situaciones de trabajo está destinada al superior jerárquico.
Evaluación de la formación de modelos
Cuando invierte en formación para sus empleados, éstos se vuelven más valiosos para su empresa. Además, el desarrollo de sus competencias les hace valorar más sus capacidades y aumenta su productividad. Entre otras cosas, esto maximiza su autonomía y reduce su rotación.
Sin embargo, a la hora de diseñar un cuestionario para evaluar un curso de formación, ya sea previa o ad hoc, puede elegir entre varios estilos de preguntas para recopilar datos cualitativos y cuantitativos:
Quiere que la formación responda a las necesidades y expectativas de sus empleados. Quiere que la formación responda a las necesidades y expectativas de sus empleados. Para ello, evalúe estas necesidades y adapte su plan de formación para responder mejor a las expectativas de los participantes. Estas respuestas pueden permitirle hacer hincapié en nociones específicas planteadas durante el cuestionario previo a la formación.
La formación sólo es útil si los empleados aprenden cosas nuevas. La formación que no aporta ninguna información o conocimiento nuevo carece de valor. Para garantizar la eficacia de las sesiones de formación, pida a los participantes que autoevalúen lo que han aprendido o pregúnteles sobre los conceptos tratados en el curso.
Cómo evaluar a un formador
La evaluación de la formación forma parte de los procedimientos administrativos. Hace referencia a un enfoque específico que permite valorar la calidad y juzgar la pertinencia de la formación profesional.
El decreto de 30 de junio de 2015 establece un marco para la evaluación de la organización de la formación o del formador. El estudio se centra en la organización: el ritmo, los procedimientos, la puesta en marcha y el funcionamiento de la formación. A continuación, se centra en las reacciones de los participantes.
Las evaluaciones previas a la formación incluyen la evaluación de las necesidades de formación y la evaluación de los requisitos previos. Se dirigen a los participantes. El alumno pasa por una evaluación de su nivel de conocimientos. El análisis adapta el contenido de la formación a las necesidades de la empresa y a las competencias de los participantes. También facilita la consecución de los objetivos previstos.